Nací en Junín, en la zona de Moreno y Ataliva Roca. De chico me decían Melito. Ahora depende de los amigos que me cruce es el sobrenombre que me dicen, miguelito, roquito, pelado, con el paso del tiempo fueron cambiando.
A los cinco años me vine para el barrio de la escuela 12. De hecho fui a esa escuela y al secundario me mandaron al Industrial. Fui con Dante Caivano, Daniel Fogareta, Adriana Conchiglia, Bechi Portela. Tenemos en la actualidad un grupo de whatsapp que estamos conectados.
Siempre jugué al fútbol. Me invitaron para jugar al básquet pero no era lo mío. Igualmente hoy en día veo mucho básquet, voy a las canchas con mi señora que también le gusta mucho este deporte.
Ibamos al club BAP, inclusive con la escuela el turno de gimnasia lo hacíamos allí. Estaba don Juan Torelli siempre pispeando jugadores.
Fiché en BAP de chico. En las divisiones inferiores jugaba de defensor, de dos o cuatro. Pero era medio lento. Un día el padre de Horacio Pavón (Néstor) me puso de arquero.
Empecé de a poco, en los campitos también ya jugaba en el arco y así fue sucediendo todo.
Cuando fiché en BAP estaba el Sordo Ramos y luego lo tuve a Pavón. Finalmente al Lobo Contreras, una institución dentro del club BAP, al igual que don Juan Torelli.
Salí campeón con la quinta de BAP en el año 1976. Teníamos un equipazo. Los dos Ruiz, Gustavo Tura, Walter Ferreri, Olmedo, Bonetti, Barragán.
Llegué a la primera en 1976, donde fui suplente de mi hermano Héctor. Y en 1977 me tocó la colimba y estuve un año completo en Buenos Aires. A veces cuando tenía franco y me venía a Junín, por ahí faltaba alguno y me metían en el banco. Pero no practicaba si no podía.
Oficialmente en el arco de BAP arranqué en 1979, pero anteriormente estuve jugando con Fortín Tiburcio en la Liga Independiente. Me fue bien, hicimos una gran campaña.
Con BAP no pude ser campeón. Llegamos al subcampeonato en 1982 que jugamos la final contra Agustín Roca y Bengolea le pegó tan fuerte a la pelota que me desmayó y me sacaron en camilla. Fue en la cancha de Rivadavia de Junín.
En el ´79 integré la selección local, que en su mayoría eran jugadores de Jorge Newbery. Creo que de afuera estaba el Lagarto Walton y yo. Jugamos la final en la cancha de Argentino de Pergamino y ellos tenían el equipo de Douglas Haig completo. Perdimos. Y en el 82-84 estuve nuevamente en el combinado de Junín, citado por Héctor Mosca.
En 1986 me fui a jugar con la Escuela Salesiana de Ferré, un año. Quedé para arreglar al otro año pero decidieron no entrar en el campeonato.
En 1987 me fui a Alumni de Vedia. Me llevó el Hugo Jorge, que era el técnico. Habían llevado a Tamer y Parra de Lincoln, y el Reca Traverso de Junín. Un equipazo. Practicábamos poco, pero esos jugaban de novela.
En 1988 salí campeón con Villa Belgrano, en un nocturno que jugamos contra Rivadavia de Junín la final en cancha de ellos. Estaban Munafó, Calabró, Rassi, Balbi, Pezoa, Pavesa, un gran equipo.
Me vine a Ambos Mundos en el ´90 y estuve hasta el año 1994. Ya no quería jugar más.
Y estando un día en mi casa me vino a buscar don Héctor Mosca que Defensa no tenía arquero y agarré viaje. Fue lo último que jugué en 1995. Tenía 36 años.
Hay mucha diferencia de aquel fútbol al de hoy. Ahora es todo más dinámico, más rápido. Antes pensaban, gambeteaban, tocaban más la pelota. Hoy es todo vertiginoso.
Antes teníamos dos punteros, uno de cada lado, que corrían y tiraban los centros. Ahora se tiran al suelo, chocan, se pegan, cortan el juego. No hay juego lindo como el de antes.
Igualmente creo que los jugadores de antes, hoy no podrían jugar.
Además hoy no hay cantera de jugadores. Los chicos están con el celular, la moto y cero deportes. Antes había más campitos, se juntaba el barrio contra barrio que era todo un acontecimiento. Era muy lindo.
Y siempre había delegados, porque no eran técnicos, y se jugaban reducidos, organizaban partidos. Todas las veces había alguien mirando jugadores. Chiaravino de Defensa, Torelli de BAP, Castro en Independiente, Falcón, etc. Aparte te llevaban a los clubes y después de la práctica te hacían el matecocido. Te atendían bien. Y conocías un montón de chicos.
¿Maradona o Messi? Dos jugadores en dos épocas distintas. Maradona era más completo. Era Maradona, popular. Messi igual te define un partido como si nada. Pero como se fue de chiquito por ahí en el imaginario colectivo no está tanto como Maradona. Pero los dos son grandes.
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